Los equipos combinan todas las cualidades necesarias para una buena gestión. No existe la persona adecuada, perfecta que reúna todas las características necesarias, pues se presentan ciertos choques; debe ser inteligente y no demasiado listo; debe ser enérgico y sensible a los sentimientos de la gente; debe ser dinámico y ser paciente; debe comunicarse fluidamente y escuchar atentamente; debe ser un tomador de decisiones y reflexionado. Por tanto, es el equipo, el instrumento para un éxito sostenido y duradero en la gestión. Debemos prestar mucha mayor atención a los equipos, a su selección, desarrollo y formación; y sobre todo a su psicología, motivación, composición y comportamiento.
El Dr. Belbin identifica ocho tipos de equipo, encerrados en dos orientaciones:
Orientados al exterior: Parecen dominantes en las pruebas psicométricas
Director (C.H.): Preside el equipo y coordina sus esfuerzos para cumplir los objetivos externos, ve claramente que miembro del equipo es fuerte o débil en cada área de la función del equipo, y asigna a la gente a lo que hacen mejor. Es un buen comunicador y sabe escuchar.
Planta o creativo (P.L.): Es la fuente de ideas originales, sugerencias y propuestas del equipo. Le importan mucho más los temas importantes y lo fundamental que los detalles.
Investigador (R.I.): Estimula las ideas y promueve la innovación a través de esta actividad. Su papel es el más importante para evitar que el equipo se estanque y pierda contacto con la realidad.
Estructurador (S.H.): Plantea rápidamente desafíos y responde a los mismos. Da forma a la aplicación de los esfuerzos. Siempre está buscando una estructura en las discusiones y tratando de unir ideas, objetivos y consideraciones prácticas en un único proyecto factible, el cual trata de impulsar hacia la decisión y la acción..
Orientados al interior
Trabajador de la empresa (C.W.): Es el organizador práctico. Convierte las decisiones y las estrategias en tareas definitivas y manejables que la gente puede realmente emprender.
Evaluador (M.E.): Es el evita que el equipo se comprometa a realizar un proyecto mal encaminado. Es la mente objetiva.
Trabajador de equipo (T.W.): Es el más consciente de las necesidades y preocupaciones de cada uno. Es el comunicador interno.
Acabador (C.F.): Se preocupa por que puede fallar. Mantiene un sentido permanente de urgencia que comunica a los otros para impulsarlos hacia la actividad.
La ausencia de uno de los papeles debilita a cualquier equipo, pero igualmente la presencia de demasiadas personas de un tipo produce tipos de fracaso predecibles. Las personas tienen papeles de equipo secundarios y pueden duplicarse cuando es necesario y cumplir dos de las funciones en vez de sólo una. La construcción de equipos equilibrados depende del tipo de operación de que se trate, no tienen los mismos requerimientos.