La geografía cultural estudia la geografía desde el punto de la relación del entorno en la cultura local y de las modificaciones de la cultura local con su entorno.
El ser humano a lo largo de su historia ha construido edificios para vivir, fundado villas, pueblos y ciudades en los que ha dejado su huella a través de sus construcciones. Y también el paisaje que lo rodea ha influido en las costumbres y creencias de las personas. Los monumentos, estatuas, parques, y construcciones de tipo utilitario como los acueductos y los observatorios, así como los objetos naturales como peñas, cuevas, barrancas, o montes, influyen en la vida de una comunidad.
En sus inicios, la geografía cultural se ocupaba solamente en cómo el hombre modificaba un paisaje mediante sus construcciones. Era más bien una geografía Arquitectónica. Con el paso del tiempo, fue ampliando su estudio primero a las culturas que lo habían creado, a sus fines, y más recientemente, a una visión más amplia en el sentido cultural.
Esta visión amplia de la geografía cultural, estudia un paisaje (zona, región o división política) en la que estudia a la sociedad que ahí habita, su idioma, costumbres sobresalientes, fiestas, las construcciones y edificios principales, y la relación que tienen con su entorno natural, los mitos, leyendas y creencias respecto a los elementos o aspectos notables de la naturaleza (cuevas, cerros, peñascos, incluso alguna piedra).

Si bien, este tipo de descripciones no es nuevo, ya que en el siglo XVI Américo Vespucio y muchos otros navegantes hacían este tipo de descripciones de sus viajes, con la especialización y los criterios de creación de la “ciencia geográfica”, basada en aspectos cuantificables, dejaron de lado la descripción de costumbres y creencias relacionadas con el entorno y con las construcciones. A partir de los años 70 del siglo XX se comienza a retomar este tipo de descripciones geográficas, ubicando al lector y al estudioso el entorno físico, tanto natural como el creado por el hombre, y en el idioma, las costumbres y creencias locales.
Ejemplo de descripción de geografía cultural
Bernal, Querétaro
El pueblo de San Sebastián Bernal se ubica a 59 kilómetros de la ciudad de Querétaro. Esta localidad fue fundada en el siglo XVI y en la actualidad la gran mayoría de la ciudad conserva la arquitectura colonial.
En una localidad con un ritmo de vida tranquilo, clima templado, con vientos. Ahí se ubica la peña llamada Bernal, que significa peña en árabe.
Su población es de religión Católica, con algunas costumbres de origen prehispánico. Entre las construcciones religiosas destacan la Capilla de las Ánimas, de la cual se dice que fue construida por un comerciante, que al ser perseguido por unos salteadores, se encomendó a las Ánimas del purgatorio, ocultándose con toda su carga de oro y plata tras de unos matorrales, a la orilla del camino. Los salteadores lo buscaron infructuosamente, pasando incluso a un lado de donde estaba, y dándose por vencidos se fueron. Este comerciante mandó construir en ese lugar la capilla de las Ánimas.
Otra construcción es el Templo de la Santa Cruz, que celebra su fiesta patronal el día 3 de mayo, siendo una de las principales festividades de la Localidad de Bernal, ya que se dice que un rayo cayó sobre una cruz hecha de madera de mezquite, la cual fue limpiada y llevada a la capilla, nueve días antes de la fiesta. El 3 de mayo se festeja y se le bendice, y el día 4 sale de la capilla de la Santa Cruz, a la capilla de San Judas Tadeo, hasta donde el pueblo acompaña a la cruz de mezquite. De ahí se lleva a lo más alto de la peña por un grupo de 10 personas, llamados “Los escaloneros”, que llevan la cruz escalando una de las caras de la peña, y pasando de mano en mano la cruz, hasta la cima.
En el centro de la localidad se encuentra la construcción conocida como “El castillo”, actual sede del ayuntamiento, oficinas administrativas, y el museo de la máscara. En este museo hay una colección de máscaras utilizadas en diversas festividades prehispánicas y católicas de la localidad. A un lado está la Catedral de San Sebastián, Santo patrono de Pueblo y por el que toma el nombre la localidad.
El mercado de “El Baratillo” fue el primer mercado fundado en el pueblo, ahí se encuentran tiendas de dulces, alimentos y ropa. En este mercado destaca un mural del siglo XVII en el que se muestra una escena cotidiana de este mismo mercado.
Sobre la peña, el tercer monolito más grande del mundo (después de Gibraltar en España y el Pan de Azúcar en Brasil), desde tiempos prehispánicos se la han atribuido características mágicas y energéticas. Incluso en la actualidad se considera que vivir en la cercanía de esta peña permite tener a sus habitantes una vida longeva, alcanzando más de 100 años de edad.