Juego de palabras


Un juego de palabras es un fenómeno que se presenta en un texto, en el que las palabras se acomodan intencionalmente para darles un efecto comunicativo que puede ser humorístico, llamativo, persuasivo, artístico o de entretenimiento. Un juego de palabras se centra en generar una ambigüedad, dado que las palabras, tal cual se colocan, pueden crear diferentes significados.

Los juegos de palabras se pueden clasificar de acuerdo con dos criterios: el de la forma y el del fenómeno lingüístico utilizado. Según su forma, pueden ser verticales u horizontales. En los verticales, una sola palabra o secuencia puede tomar diversos significados. En los horizontales, los diferentes significados se reparten entre palabras o secuencias diferentes.

Según el fenómeno lingüístico que se usa en ellos, los juegos de palabras pueden ser fonológicos, polisémicos, idiomáticos, sintácticos o morfológicos. Los fonológicos tienen que ver con la homofonía, la homografía, la homonimia o la paronimia, que tienen que ver con el sonido de una palabra. Los polisémicos y los idiomáticos se enfocan en los significados de una misma palabra.

Los juegos de palabras se basan en un tipo de manipulación deliberada de los recursos de la lengua. Como se ha mencionado, tienen su esencia en buscar una ambigüedad léxica. Los hablantes de las lenguas como el español y el inglés pueden valerse de los diferentes recursos y modelos para crearlos.

Ejemplos de juegos de palabras con polisemia

La polisemia consiste en que una sola palabra, de origen único, puede tener varios significados. Es uno de los principales factores para generar ambigüedad en la lengua. Hay autores que han empleado el recurso de la polisemia para crear frases y estrofas con interesantes y coherentes significados.

El poeta Francisco de Quevedo, entre los versos de “Poderoso caballero es don Dinero” utiliza este recurso con la palabra escudo:

Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales
no hay escudos de armas dobles.

En este caso, la palabra escudo presenta los significados “blasón” y “moneda”, y al introducirse en los versos obtiene una dualidad de significados que sigue teniendo coherencia.

Con la palabra banco se puede construir la frase:

Al salir del banco, me senté en un banco que había junto al banco de arena, desde donde distinguí un banco de peces.

En este caso, la palabra banco presenta los significados de “institución financiera”, “asiento”, “acumulación”, “agrupación”, respectivamente.

Con la palabra llave se puede lograr la frase:

Me había dejado abierta la llave de paso del agua y encima olvidé dentro la llave, por lo que le pedí una llave al vecino para desmontar la cerradura.

En este caso, la palabra llave presenta los significados de “válvula”, “llave para abrir puertas”, “herramienta que se ajusta para lograr un propósito”, respectivamente.

Ejemplos de juegos de palabras con homonimia

La homonimia está clasificada en tres tipos: la primera es la homonimia pura, en la que dos palabras son exactamente iguales en escritura y sonido; a estas se les llama “homónimos”. La homofonía, que son dos o más palabras que se escriben diferentes, pero sus sonidos son idénticos. La homografía es la escritura igual de dos o más palabras, pero los sonidos varían.

En el caso de los homónimos, que son muy similares a los de polisemia, dado que las palabras son idénticas:

Al no creer en la medicina, el cura descartó sin más la cura.

En un canal anunciaron que el canal se desbordó.

Tuvo que correr en ropa interior para alcanzar a correr las cortinas.

Qué ironía, hay que ponerse barro para quitar los barros de la cara.   

En balde llenaron el balde. El agua había regresado.

En el caso de los homófonos:

El ciego se tropezó por el campo; mejor yo siego.

El siervo acaba de alimentar a los ciervos que se acercaron.

Hay que votar por quién va a botar la basura.

Tuvieron que abrazarse y tirarse al suelo, antes de abrasarse.

Mi abuela es sabia porque aprovecha la savia de sus plantas.

Ejemplos de juegos de palabras con paronimia

La paronimia ocurre cuando dos palabras tienen un sonido parecido más no idéntico. Se escriben diferente y tienen significados distintos.

Los de su especie presentan reacciones alérgicas ante aquella especia.

Cuando absorbió el sermón y juró hacer el bien, se le absolvió de sus pecados.

No se podría disolver esa reja ni con agua regia.

Le reclamé por haberme dado la decena en vez de una docena.

Antes de la apertura del local, vio la abertura en su vestido.

En efecto, no hay afecto que nos una.

Lo fácil fue adoptarlo; adaptarlo fue un martirio.

Ha habido tanto lector ávido que se llenó la librería en la presentación.

Al ver que no podía destornillar el mueble, ella se empezó a desternillar.

La escita se presentó ante aquel hombre que a leguas le excita.


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