Retroalimentación


(Reemplazar con este el original)

La retroalimentación es un proceso en el que dos personas pueden modificar o mejorar su trabajo, según sugerencias que se hacen la una a la otra. Este mecanismo es mutuo y está formado por crítica constructiva, consejos y herramientas que al final van a ayudar a las dos personas a desenvolverse y desempeñarse mejor en sus actividades.

El concepto general de la retroalimentación la define como: un proceso mediante el cual dos sistemas que interactúan ajustan su comportamiento a las respuestas que reciben el uno del otro. Es utilizada por ambos para regularse o mejorarse. En un proceso cognoscitivo, por ejemplo, el conocimiento puede ser ampliado si las dos partes están interviniéndose constantemente en ello.

La retroalimentación es un proceso de dos vías, en el que el emisor y el receptor intercambian roles con regularidad y se comparten información que les concierne. Esto para mejorar sus funcionamientos en el ámbito de que se trate. Por ejemplo, en una empresa, el jefe y el empleado están frecuentemente en retroalimentación, para desempeñar mejor sus respectivos puestos.

En una organización, la retroalimentación es tan útil que alcanza logros como:

  • Las personas optimizan su esfuerzo
  • Los resultados son satisfactorios con más constancia
  • Hay una evolución en la empresa y en sus miembros
  • Existe un aprendizaje significativo
  • Marcar el comienzo de un trabajo colaborativo
  • Actualizar la información operativa

La gerencia convoca a la retroalimentación

Aplicación de la retroalimentación

En la administración, la retroalimentación es vital para llevar a cabo los procesos de control y mejora. La gerencia se encarga de emitir una serie de normas y procedimientos a seguir para mejorar la productividad de los empleados. Para ello, cuenta con datos que indican el valor de la productividad actual, y a partir de ellos estima el desempeño deseado al aplicar dichas normas.

La gerencia se reúne periódicamente con las áreas operativas para medir el desempeño real y compararlo con el deseado. Las áreas operativas, a su vez, retroalimentan a la gerencia respecto a lo mismo, y se comienza un trabajo mutuo. Con la información compartida, la gerencia realiza un análisis de las desviaciones para determinar las posibles causas y realizar los ajustes pertinentes.

Sin la retroalimentación, la gerencia no va a ser capaz de evaluar las consecuencias de sus decisiones y, por tanto, no podrá llevar a cabo las acciones correctivas o modificar la planeación para llevar a la empresa a los resultados deseados.

Ejemplos de retroalimentación

1.- “Hay que monitorear los tiempos de salida de la mercancía, proceso por proceso, para ver cuál de todos retrasa la producción”.

2.- “Para que te ganes a los clientes, ten más tacto con ellos. Hazlos sentir como en casa”.

3.- “Quítate el miedo de invertir en un lote más grande. El proveedor te va a dar la confianza para que le pagues, y las ventas van a ser suficientes”.

4.- “La calidad en el servicio sería impecable si los meseros estuvieran más motivados; porque los tiempos de entrega son buenos, pero una sonrisa en la cara habla mucho más”.

5.- “Hay que poner atención a la etapa de costura. Las plantillas nuevas están causando problemas”.

6.- “Los panes están crudos por dentro. Hay que precalentar el horno a una temperatura regular, porque si se mantiene alta siempre, el exterior se quemará y lo demás no se va a cocer”.

7.- “Hay que poner una casa de sacos a la salida de la chimenea. Se arrojan muchas partículas al aire por la quema de las menas”.

8.- “Las clases deberían durar dos horas pero con un descanso de quince minutos entre cada hora, para que avancemos más en los temas y se aprenda mejor”.

9.- “Deberías ser más justa con los empleados del hotel. No eres la única que quiere rapidez en tu desayuno”.

10.- “Las playeras están quedando distorsionadas. Hay que revisar la etapa de serigrafía para ver cuál es la falla”.


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